El laboratorio se planteó en un comienzo reflexionando sobre la gráfica y su capacidad de comunicar, de tal manera que los asistentes identificaran, potenciaran y crearan imágenes y artefactos cargados de signos comunicables, incluyendo acciones del proceder artístico a la rutina diaria, ampliando las posibilidades del arte e incorporándolo en la cotidianidad de la comunidad.
